La tenacidad con la que evitó el tercer set forma parte de un plan preciso: «Si quiero tener una carrera larga, tengo que darlo todo en el menor número posible de torneos y cuidar mi cuerpo»
Jannik Sinner es un robot programado para durar mucho tiempo. Durar mucho tiempo manteniendo un rendimiento muy alto. Tomemos como ejemplo el último partido contra Diallo, que le dejó tan insatisfecho que volvió inmediatamente a la pista para una sesión de entrenamiento centrada en el servicio (50 % de primeros golpes). En el tie-break del segundo set, el canadiense se hace con un punto de set y lanza un saque venenoso al centro: el italiano responde con un golpe de derecha en la línea y elimina el espectro de un tercer set, que habría prolongado el esfuerzo y disipado las energías. Esta capacidad inimitable de mantenerse concentrado en el punto y sacar el máximo partido de las situaciones más complicadas no está ligada simplemente al presente. Forma parte de un plan a largo plazo.
Es como si Sinner, que llegó al número 1 del ranking con 22 años y 9 meses y sigue líder a pocos días de cumplir 24, adoptara un doble registro en cada una de sus decisiones: dar el máximo ahora y, al mismo tiempo, sentar las bases para conservar la ventaja competitiva adquirida. En otras palabras: dominar el tenis durante años y años. Él mismo lo explicó tras derrotar a Diallo: «Mi objetivo es jugar tantos partidos como sea posible con el menor número de torneos posible. Si quiero tener una carrera larga, a veces necesito parar, trabajar mucho físicamente para que mi cuerpo siga respondiendo». Palabras claras, lucidez de pensamiento. Es un guante lanzado a Carlos Alcaraz que, a diferencia de Sinner, muestra altibajos en partidos que, sobre el papel, son asequibles, con la consecuencia de pasar muchas más horas en la pista: en 2025, de las 32 victorias del español en partidos a tres sets (excluidos los Slam), un tercio (11) llegaron al tercer set, incluida la de su debut en Cincinnati, contra Dzumhur.
derecha— Tras su triunfo en Wimbledon, el jugador de Alti-Adige ha vuelto a encontrar su superficie favorita. En cemento, donde debe defender dos títulos consecutivos (Cincinnati y US Open), ha logrado esta noche su 23ª victoria consecutiva. Desde 2000, solo lo han conseguido cuatro jugadores, y qué jugadores: Federer, Nadal, Murray y Djokovic (el último en lograrlo en 2020). Contra Diallo, el servicio no fue impecable, pero sí lo fue el golpe derecho. Como ha señalado Tennis Data Innovations, en los dos primeros partidos en Cincinnati, el golpe que se ha vuelto letal en los últimos años (el revés siempre ha formado parte del ADN de Sinner) ha registrado cifras impresionantes: un «insight score» de 9,6 contra Galan y de 9,1 contra Diallo. Se trata de una métrica que, combinando todos los datos, muestra el nivel de rendimiento global de ese golpe. Teniendo en cuenta que la escala va del 0 al 10 y que la media de los jugadores del circuito es de 7,5, el golpe de derecha que ha mostrado Jannik estos días roza la perfección.